Al ser un producto elaborado en planta industrial, tiene la ventaja – sobre otros tipos de pavimentos ejecutados en obra – de ser desarrollado bajo un estricto control de calidad.
Su sistema de encastre evita el desplazamiento horizontal o “creep”, el cual se produce en otros pavimentos articulados o carpetas asfálticas sobre zonas de frenado o curvas cerradas.
Por su proceso de fabricación automática, constituyen elementos premoldeados perfectos.
Sus puntos de intertrabado hacen que la distribución de cargas a los bloques vecinos sea óptima, en el orden del 40% del peso total.
El material es flexible, por lo cual asimila cualquier hundimiento que pudiera experimentar en la base, sin producir ruptura alguna.
Por su sistema de traba, poseen mayor resistencia estructural a cualquier exigencia de uso, frente a cualquier otro sistema de pavimentación en igualdad de costos.
Por su forma de su elaboración y la ausencia de juntas asfálticas, son totalmente inalterables a la acción de combustibles y otras sustancias caústicas o corrosivas.
Debido a la textura de su cara superior, posee características antiderrapantes, evitando así el riesgo de «patinadas» sobre superficies húmedas.
Por su posibilidad de remoción, recuperación total y posterior recolocación, hacen que el pavimento intertrabado Mori Block sea la única alternativa válida cuando se piense en tendidos posteriores de cables, cañerías e instalaciones subterráneas de cualquier tipo.
Su instalación en seco y sistema de trabado eliminan la necesidad de tiempos de curado, permitiendo la utilización inmediata del área. Esto se traduce en una reducción de costos y una agilización de los proyectos.